Pica y se extiende el caso de Omar Pérez y Gerardo Pelusso, que derivó en la salida del uruguayo del equipo Cardenal a raíz de un desacuerdo con el jugador y el respaldo de los dirigentes al talentoso centrocampista creativo.

En declaraciones a los medios uruguayos, el D.T. dijo que Pérez “es un crack”, pero no acepta que ya “no puede jugar” y explicó el problema en la rodilla izquierda del jugador, “la única que tenía sana”, pues en la derecha arrastra su artrosis que ha manejado desde su llegada al país con el Junior de Barranquilla.

“El crack no  acepta que no puede jugar más. Hace 7 meses que está lesionado, él se lesionó en agosto, fue una lesión grave, lo operaron de la única rodilla que tenía sana porque él arrastra desde hace muchos años un problema en la otra  rodilla, pero es tan crack que hacía todo basado en la izquierda:  girarse, frenada, el cambio de dirección”.

Pelusso dijo que Pérez, “con la rodilla  mala lo único que hacía era pegarle y le pegaba como los dioses, la ponía donde quería, pero cuando se le dañó la sana quedó sin apoyo y no podía jugar”.

También dijo que del argentino es el típico caso del jugador anclado en un club y que tiene manejo de los hinchas y hasta alguno que otro directivo.

“Hubo manifestación de un grupo de hinchas que los maneja Pérez, después está la otra: un jugador que dura muchos años en un equipo y son amigos de los jefes de la barra. El típico problema que el entrenador tiene que enfrentarse al ídolo”, describió su caso.

Admitió que en las calles lo hinchas le reconocieron lo que le dio a Santa Fe.  “En la calle me paraban a pedirme disculpas, que los colombianos no son así de malagradecidos y que tienen otra educación”.